La Catedral
de Valladolid, concebida en el siglo XVI y diseñada por el
arquitecto Juan de Herrera, es un edificio de
estilo herreriano con añadidos barrocos.
Conocida
también con el nombre de su advocación, Catedral de Nuestra Señora de la
Asunción, y sede episcopal de la archidiócesis de Valladolid, se trata de
una obra inconclusa, debido a la falta de recursos y a los gastos provocados
por la difícil cimentación del templo, situado en una zona con un gran desnivel
en el terreno.
El
edificio sólo está construido hasta el crucero y en la actualidad también le
falta una de las torres, ya que se hundió en 1841.
Una
vez en el interior, la catedral presenta un estilo purista y sobrio y
los escasos elementos decorativos que posee están compuestos por retablos entre
los que destaca el de Juan de Juni, realizado para la Iglesia de Santa
María de La Antigua.